Diana Carrillo Tiburcio
Relaciones Internacionales
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Las últimas tres entradas de este blog hemos estado
dialogando en torno a conceptos como: creencias, dudas, ideas, saberes y conocimientos.
En breve, estas tres semanas fueron, para mí, de reflexión sobre cómo se construye el conocimiento y si todo
lo que creemos se puede catalogar como saber o conocimiento, o no.
Para unos éstas parecerán reflexiones inútiles, pero yo
encuentro una gran utilidad para re-pensar de manera un poco más filosófica y
antropológica estos conceptos que cotidianamente utilizamos como sinónimos. Ahora
me queda claro que creer no es igual a saber o conocer. En este segundo trabajo
integrador haré un resumen de mis tres entradas pasadas y agregaré nuevas ideas
o pensamientos a partir de los blogs mis compañeros de clase. Al final
reflexionaré sobre cómo relaciono todos estos conceptos con mi vida personal y
profesional.
SEMANA 7
En la semana 7 leímos al filósofo Ortega y Gasset en su texto “ideas y creencias”. Ahí nos
enfrentamos a los conceptos de “creencia”, “duda” e “idea”. La creencia, dice Ortega y Gasset, “constituye
la base de nuestra vida” (1934), pues es algo que damos por hecho sin
cuestionar. La duda surge de
creencias antagónica y nos arroja ante una realidad inestable. En ese “mar de
dudas” el hombre se pone a pensar y es precisamente en los huecos de nuestras
creencias que surgen las ideas, las
cuales necesitan de la crítica pues se alimentan de su cuestionabilidad (Ortega
y Gasset, 1934).
Estos conceptos los relacionamos con el caso de la
desaparición de Brenda Damaris y en general, las desapariciones forzadas en
México. La creencia generalizada es que el Estado es quien debe proveer
seguridad, justicia y verdad en la sociedad. Ante las dudas que existen por la
colusión del Estado con el crimen organizado y la impunidad en nuestro país,
surgen nuevas ideas como la “autogestión” de justicia y verdad. Un ejemplo
claro de esto es la organización Gobernanza Forense Ciudadana (GFC), la cual se
dedica a ayudar a las familias de los desaparecidos a buscarlos.
Como lo puse en mi entrada de esa semana, considero que el
problema de injusticia en nuestro país es también un problema epistemológico en
el sentido en cómo se relacionan los ciudadanos (sujetos) con el Estado,
específicamente con las instituciones de justicia del gobierno que tienen
determinadas estructuras de poder (objeto). Esta relación genera ciertas
creencias y nos hace interpretar la realidad de determinada forma. Es decir,
dependiendo de cómo sea esta relación es como pensaremos las posibilidades de
actuar. No es lo mismo pensar que el tema de injusticia pertenece sólo al
Estado o a aquellos familiares afectados a pensar que nos compete a toda la
sociedad mexicana. Considero que iniciativas ciudadanas como GFC es lo que
necesita nuestro país ante tanta impunidad e incapacidad por parte del
gobierno.
Después me di a la tarea de revisar tres blogs de mis
compañeros para contrastar y comparar ideas. Me gustó mucho como Diana Pantoja
hace una analogía muy ilustrativa para explicar lo que es una creencia para
Ortega y Gasset. Ella explica que las creencias son como los apellidos, naces
con ellos, no te los cuestionas.(los invito a leer su entrada aquí). También me llamó la
atención el blog de Santiago Pulido quien resume muy bien el concepto de duda
para Ortega y Gasset. Santiago dice que “La duda nos hace analizar la
información que llega hasta nosotros, y nos hace cuestionarnos sobre la verdad
del conocimiento, de las creencias” (los invito a leer su entrada aquí).
Coincido con ambos y esto me hizo pensar que precisamente
así como los apellidos, existen otras cosas con las que nacemos o se nos
inculcan desde chiquitos y no nos las cuestionamos si no, quizá, hasta que
somos más grandes de edad. Por ejemplo, se me viene a la mente el caso de la
religión, un rasgo cultural dado desde que nacemos. El bautismo es la más clara
expresión de que se nos imponen creencias. No digo que esto sea necesariamente
malo, pero cuando somos más grandes y analizamos la información que llega a
nosotros y nos cuestionamos la verdad de ese “conocimiento religioso” podemos
tener nuevas ideas (la idea de acercarnos a otra religión, por ejemplo).
SEMANA 8
Posteriormente, en la semana 8 leímos al filósofo español
Luis Villoro en su texto “Creer, saber, conocer” se hizo un mapa
conceptual (puedes verlo aquí) respecto a la diferencia entre estos tres
conceptos. El autor se basa en los análisis del Teetetes y el Menón, ambos del
filósofo griego Platón. Hasta entonces tenía una idea vaga de las diferencias
entre estos conceptos, gracias a la lectura anterior de Ortega y Gasset. Sin
embargo me seguían quedando algunas dudas como por ejemplo ¿necesariamente
tenía que haber una duda para que la creencia pudiera convertirse en idea? El
texto de Villoro fue bastante ilustrativo para poder aclarar qué significa
decir que “sabemos” o algo, a diferencia de que “creemos” algo.
Primero es necesario mencionar que para Villoro el
conocimiento es tanto un proceso psíquico de la mente de un hombre (o una mujer)
como un producto social construido y compartido por varios individuos. El
conocimiento se estudia tanto por la ciencia como por la filosofía. La primera
estudia su génesis, es decir, el cómo se construye ese conocimiento; mientras
que la segunda estudia más bien su justificación y validez. Villoro se enfoca
en esto último porque está convencido de que el estudio de la validez del
conocimiento hará posible precisar y sistematizar los conceptos construidos
hasta el momento para poderlos usar más claramente en la ciencia (y dejar de
confundirnos a nosotros mismos).
¿Y cómo podemos saber si algo es válido o no? Al principio
pensé que se refería a algo moral o ético, pero después descubrí que no era
así. Tomando como base tanto el análisis del Teetetes como el del Menón, ambos
de Platón, Villoro sistematiza que la palabra “saber” significa “creencia verdadera y justiciada en razones”.
Vemos pues como el razonamiento es sumamente importante en esta definición.
Para el autor el conocimiento (sinónimo de saber) es una guía de la práctica
asegurada en el razonamiento.
Hacía también una reflexión sobre lo que significa decir que
“sabemos” algo en mi carrera (Relaciones Internacionales). Sigo sosteniendo que
en Ciencias Sociales es muy difícil decir que algo es verdadero. No estamos
hablando de que 2 + 2 siempre es y será igual a 4 ni hablamos de las leyes de
la física que son universales. Los comportamientos humanos y las relaciones
entre ellos son muy difíciles de predecir como para asegurar que se sabe algo.
Por ejemplo, en mi campo de estudio no existen leyes como las de la física,
sino que existen un montón de Teorías de las Relaciones Internacionales que
ayudan a explicar, desde ciertos postulados y perspectivas, algún fenómeno de
la realidad internacional.
Después de haber leído tres blogs de mis compañeros, me llamó
la atención mucho el de Natalia Ferrete (los invito a leer su entrada aquí)
porque habla de cómo se aplican los conceptos en su carrera, desde una
perspectiva diferente a la mía. Ella estudia Administración Financiera y aunque
no es una ingeniería como para considerarse “ciencia exacta” tal cual,
considero que es verdad lo que ella dice respecto a que necesitan ser más
exactos en sus cálculos. Yo le preguntaba hasta qué punto esto puede ser
considerado como conocimiento (creencia verdadera y justificada) dados los
cambios de la globalización aplicados al mundo empresarial. En otras palabras,
me pregunto hasta dónde realmente se trata de conocimientos universales (como
los de la física) debido a los cambios tan rápidos que se dan en el contexto
actual de la globalización y de la era de la información como dice Castells.
SEMANA 9
La semana pasada leímos a Pablo Fernández Christlieb en su
texto “Psicología colectiva de las cosas y otros objetos”, el cual hacía
un recorrido desde la Edad Media hasta la Edad Contemporánea para argumentar
que la percepción y la sensación son construidas histórica y culturalmente, que
los objetos físicos corresponden a los conceptuales y que existe otro modo de
aprehender más allá de los perceptivo o sensitivo.
Daré unos breves ejemplos. Inicia en la Edad Media cuando
estaba la creencia de que el color rojo era signo de majestad, belleza,
brillantez y poder. En el Renacimiento nace la idea de la clasificación que se
deriva de las dudas ante tantos objetos. Después, en el siglo XVIII se
encuentra el auge de la ciencia (sobre todo la física) como "objeto cuyo
objetivo es fabricar objetos" (Fernández Christlieb, 2002). Yo lo
interpreto como que se empieza a generar conocimiento (creencias verdaderas y
justificadas) a partir del método científico. Es en el siglo XIX cuando se
configura ahora sí ya la IDEA de los 5 sentidos de la percepción como invención
de la cultura (dice Christlieb). Y en el siglo XX surge la idea del sentido
informático de la percepción. El autor cree que "el vació que creó la
información se intenta tapar con más información" (Fernández Christlieb,
2002).
Lo que más me llamó la atención de esta lectura, más allá de
las ideas y creencias, la relación entre objetos físicos y conceptuales y cómo
esto se ha ido transformando colectivamente a través del paso de los años para
generar conocimiento. Y se puede considerar así ya que todo lo propuesto por
Christlieb son creencias verdaderas y justificadas (retomando lo que decía
Villoro). Por ejemplo, cuando menciona que el color rojo era signo de majestad,
nos explica las razones por las que cree eso: una de ellas era que los objetos
de ese color eran usados por gente que tenía mucho poder. El autor utiliza los
siguientes recursos para validar sus creencias: relaciones lógicas, ejemplos
basados en la veracidad de los objetos históricos, literatura y otras fuentes
históricas que le permitan dar credibilidad a sus ideas.
Después de haber leído tres blogs de mis compañeros, el que
más me llamó la atención fue el de Alejandra Dávila, colega internacionalista,
quien utiliza el concepto de “regímenes de verdad” (de la clase de Teorías de
Relaciones Internacionales) muy ad hoc al tema (los invito a leer su entrada aquí).
Me gustó que sea capaz de relacionar los conceptos de diferentes clases y que
nos haya invitado a pensar en ello. Coincido con ella en el sentido de que
ciertas creencias se pueden llegar a legitimar dependiendo el contexto
sociocultural para convertirse en creencias verdaderas y formar regímenes de
verdad incuestionables. No obstante, cuando alguien se plantee una duda (como
dice Ortega y Gasset) es cuando podrán surgir nuevas ideas (o creencias) y
hasta que éstas sean justificadas se podrán convertir en saberes o conocimiento
(como dice Luis Villoro).
Reflexión personal-profesional
Ahora bien, buscando más información de otros autores encontré que para Carlos Sabino el conocimiento científico se desarrolla “gracias a
la libertad de pensamiento, mediante la
crítica, el análisis riguroso, la superación de los errores y la discusión” (Sabino, 2014,
pág. 10) .
Si lo analizamos por partes esto es muy parecido a lo que proponen Villoro,
Ortega y Gasset y Fernández Christlieb. Primero encontramos que es necesaria la
crítica (ante la duda de la que habla Ortega y Gasset), se requiere un análisis
riguroso (para encontrar razones y justificar lo que se cree como dice Villoro)
y finalmente se habla de una discusión, es decir, de un proceso construido
colectivamente (como propone Fernández Christlieb).
A manera de conclusión, considero que este tipo de
reflexiones aplican a todos los campos del conocimiento. En el caso de mi
carrera (Relaciones Internacionales) esto es muy importante porque involucra
las relaciones de poder y cómo eso valida ciertas creencias o conocimientos. Es
decir, existe una relación entre el poder y el conocimiento que va marcando la
historia en los discursos y en las acciones y debemos estar conscientes de que
eso pasa. Esto es lo que proponen las teorías posmodernistas de las Relaciones
Internacionales, y proponen la genealogía como método para estudiar cómo se
fueron construyendo esos discursos y qué significados (o creencias) se quedaron
fuera (no fueron validadas). Esto me sirve mucho en mi carrera.
Además, desde el análisis del Teetetes
de Platón (visto en la lectura de Villoro), por ejemplo, los internacionalistas
podemos creer firmemente en algo y podemos justificarlo (incluso volverlo un
régimen de verdad de los que hablaba mi colega Alejandra Dávila). Sin embargo,
considero que el mayor problema para nosotros está en que esa creencia sea
verdadera en la realidad. Como dice Luis Villoro, "saber implica creer,
pero creer no implica saber". Y esto es algo a lo que debemos estar muy
atentos porque podemos caer en el cientificismo social detrás del escritorio y
separarnos de la realidad. Para mí eso es algo muy peligroso.
Por ello, creo firmemente que debemos estudiar cada día más
para tratar de entender mejor el sistema internacional: las creencias, dudas y
conocimientos que hay y se generan en él. Con ello podemos ayudar a poner
nuestro granito de arena y generar cambios positivos en el mundo, desde lo local
hasta lo global.
REFERENCIAS:
- Fernández, P. (Diciembre,2002). “Psicología de las cosas y otros objetos” . Psic. Soc. Revista Internacional de Psicología Social, 1, 9-20.
- Gasset, O. y. (1934). Recuperado el 10 de marzo de 2016, de https://app.box.com/s/61qu3yeves5nvh7fjq6wrktbhbh8tikt
- Rizzo, C. (febrero de 2015). Blog personal de Cordelia Rizzo. Recuperado el 10 de marzo de 2016, de tumblr: http://cordeliarizzo.tumblr.com/post/111288993637/el-rastro-de-los-huesos-de-brenda-damaris
- Sabino, C. (2014). El proceso de investigación. Guatemala: Episteme.
- Tomasena, J. (diciembre de 2014). Gobernanza Forense Ciudadana: la búsqueda más dolorosa. Recuperado el 10 de marzo de 2016, de Magis ITESO:http://magis.iteso.mx/content/gobernanza-forense-ciudadana-la-b%C3%BAsqueda-m%C3%A1s-dolorosa
- Villoro, L. (s.f.). Creer, saber, conocer. Recuperado el 20 de marzo de 2016, de https://app.box.com/s/9c8sd3b35l5ni8otw71ogb34mjjatvgd
Excelente trabajo Diana. Gracias por compartir tus reflexiones profesionales y personales.
ResponderEliminarGracias por leerlo =)
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