domingo, 3 de abril de 2016

Semana 10 - ¿Creer o saber? La visión de una internacionalista (trabajo integrador 2)

Diana Carrillo Tiburcio
Relaciones Internacionales
Palabras totales = 2,178

Las últimas tres entradas de este blog hemos estado dialogando en torno a conceptos como: creencias, dudas, ideas, saberes y conocimientos. En breve, estas tres semanas fueron, para mí, de reflexión sobre cómo se construye el conocimiento y si todo lo que creemos se puede catalogar como saber o conocimiento, o no.


Para unos éstas parecerán reflexiones inútiles, pero yo encuentro una gran utilidad para re-pensar de manera un poco más filosófica y antropológica estos conceptos que cotidianamente utilizamos como sinónimos. Ahora me queda claro que creer no es igual a saber o conocer. En este segundo trabajo integrador haré un resumen de mis tres entradas pasadas y agregaré nuevas ideas o pensamientos a partir de los blogs mis compañeros de clase. Al final reflexionaré sobre cómo relaciono todos estos conceptos con mi vida personal y profesional.

SEMANA 7
En la semana 7 leímos al filósofo Ortega y Gasset en su texto “ideas y creencias”. Ahí nos enfrentamos a los conceptos de “creencia”, “duda” e “idea”. La creencia, dice Ortega y Gasset, “constituye la base de nuestra vida” (1934), pues es algo que damos por hecho sin cuestionar. La duda surge de creencias antagónica y nos arroja ante una realidad inestable. En ese “mar de dudas” el hombre se pone a pensar y es precisamente en los huecos de nuestras creencias que surgen las ideas, las cuales necesitan de la crítica pues se alimentan de su cuestionabilidad (Ortega y Gasset, 1934).

 (Ortega y Gasset)

Estos conceptos los relacionamos con el caso de la desaparición de Brenda Damaris y en general, las desapariciones forzadas en México. La creencia generalizada es que el Estado es quien debe proveer seguridad, justicia y verdad en la sociedad. Ante las dudas que existen por la colusión del Estado con el crimen organizado y la impunidad en nuestro país, surgen nuevas ideas como la “autogestión” de justicia y verdad. Un ejemplo claro de esto es la organización Gobernanza Forense Ciudadana (GFC), la cual se dedica a ayudar a las familias de los desaparecidos a buscarlos.

Como lo puse en mi entrada de esa semana, considero que el problema de injusticia en nuestro país es también un problema epistemológico en el sentido en cómo se relacionan los ciudadanos (sujetos) con el Estado, específicamente con las instituciones de justicia del gobierno que tienen determinadas estructuras de poder (objeto). Esta relación genera ciertas creencias y nos hace interpretar la realidad de determinada forma. Es decir, dependiendo de cómo sea esta relación es como pensaremos las posibilidades de actuar. No es lo mismo pensar que el tema de injusticia pertenece sólo al Estado o a aquellos familiares afectados a pensar que nos compete a toda la sociedad mexicana. Considero que iniciativas ciudadanas como GFC es lo que necesita nuestro país ante tanta impunidad e incapacidad por parte del gobierno.

Después me di a la tarea de revisar tres blogs de mis compañeros para contrastar y comparar ideas. Me gustó mucho como Diana Pantoja hace una analogía muy ilustrativa para explicar lo que es una creencia para Ortega y Gasset. Ella explica que las creencias son como los apellidos, naces con ellos, no te los cuestionas.(los invito a leer su entrada aquí). También me llamó la atención el blog de Santiago Pulido quien resume muy bien el concepto de duda para Ortega y Gasset. Santiago dice que “La duda nos hace analizar la información que llega hasta nosotros, y nos hace cuestionarnos sobre la verdad del conocimiento, de las creencias” (los invito a leer su entrada aquí).

Coincido con ambos y esto me hizo pensar que precisamente así como los apellidos, existen otras cosas con las que nacemos o se nos inculcan desde chiquitos y no nos las cuestionamos si no, quizá, hasta que somos más grandes de edad. Por ejemplo, se me viene a la mente el caso de la religión, un rasgo cultural dado desde que nacemos. El bautismo es la más clara expresión de que se nos imponen creencias. No digo que esto sea necesariamente malo, pero cuando somos más grandes y analizamos la información que llega a nosotros y nos cuestionamos la verdad de ese “conocimiento religioso” podemos tener nuevas ideas (la idea de acercarnos a otra religión, por ejemplo).

SEMANA 8
Posteriormente, en la semana 8 leímos al filósofo español Luis Villoro en su texto “Creer, saber, conocer” se hizo un mapa conceptual (puedes verlo aquí) respecto a la diferencia entre estos tres conceptos. El autor se basa en los análisis del Teetetes y el Menón, ambos del filósofo griego Platón. Hasta entonces tenía una idea vaga de las diferencias entre estos conceptos, gracias a la lectura anterior de Ortega y Gasset. Sin embargo me seguían quedando algunas dudas como por ejemplo ¿necesariamente tenía que haber una duda para que la creencia pudiera convertirse en idea? El texto de Villoro fue bastante ilustrativo para poder aclarar qué significa decir que “sabemos” o algo, a diferencia de que “creemos” algo.

 (Luis Villoro)

Primero es necesario mencionar que para Villoro el conocimiento es tanto un proceso psíquico de la mente de un hombre (o una mujer) como un producto social construido y compartido por varios individuos. El conocimiento se estudia tanto por la ciencia como por la filosofía. La primera estudia su génesis, es decir, el cómo se construye ese conocimiento; mientras que la segunda estudia más bien su justificación y validez. Villoro se enfoca en esto último porque está convencido de que el estudio de la validez del conocimiento hará posible precisar y sistematizar los conceptos construidos hasta el momento para poderlos usar más claramente en la ciencia (y dejar de confundirnos a nosotros mismos).

¿Y cómo podemos saber si algo es válido o no? Al principio pensé que se refería a algo moral o ético, pero después descubrí que no era así. Tomando como base tanto el análisis del Teetetes como el del Menón, ambos de Platón, Villoro sistematiza que la palabra “saber” significa “creencia verdadera y justiciada en razones”. Vemos pues como el razonamiento es sumamente importante en esta definición. Para el autor el conocimiento (sinónimo de saber) es una guía de la práctica asegurada en el razonamiento.

Hacía también una reflexión sobre lo que significa decir que “sabemos” algo en mi carrera (Relaciones Internacionales). Sigo sosteniendo que en Ciencias Sociales es muy difícil decir que algo es verdadero. No estamos hablando de que 2 + 2 siempre es y será igual a 4 ni hablamos de las leyes de la física que son universales. Los comportamientos humanos y las relaciones entre ellos son muy difíciles de predecir como para asegurar que se sabe algo. Por ejemplo, en mi campo de estudio no existen leyes como las de la física, sino que existen un montón de Teorías de las Relaciones Internacionales que ayudan a explicar, desde ciertos postulados y perspectivas, algún fenómeno de la realidad internacional.

Después de haber leído tres blogs de mis compañeros, me llamó la atención mucho el de Natalia Ferrete (los invito a leer su entrada aquí) porque habla de cómo se aplican los conceptos en su carrera, desde una perspectiva diferente a la mía. Ella estudia Administración Financiera y aunque no es una ingeniería como para considerarse “ciencia exacta” tal cual, considero que es verdad lo que ella dice respecto a que necesitan ser más exactos en sus cálculos. Yo le preguntaba hasta qué punto esto puede ser considerado como conocimiento (creencia verdadera y justificada) dados los cambios de la globalización aplicados al mundo empresarial. En otras palabras, me pregunto hasta dónde realmente se trata de conocimientos universales (como los de la física) debido a los cambios tan rápidos que se dan en el contexto actual de la globalización y de la era de la información como dice Castells.

SEMANA 9
La semana pasada leímos a Pablo Fernández Christlieb en su texto “Psicología colectiva de las cosas y otros objetos”, el cual hacía un recorrido desde la Edad Media hasta la Edad Contemporánea para argumentar que la percepción y la sensación son construidas histórica y culturalmente, que los objetos físicos corresponden a los conceptuales y que existe otro modo de aprehender más allá de los perceptivo o sensitivo.

 (Pablo Fernández Christlieb)

Daré unos breves ejemplos. Inicia en la Edad Media cuando estaba la creencia de que el color rojo era signo de majestad, belleza, brillantez y poder. En el Renacimiento nace la idea de la clasificación que se deriva de las dudas ante tantos objetos. Después, en el siglo XVIII se encuentra el auge de la ciencia (sobre todo la física) como "objeto cuyo objetivo es fabricar objetos" (Fernández Christlieb, 2002). Yo lo interpreto como que se empieza a generar conocimiento (creencias verdaderas y justificadas) a partir del método científico. Es en el siglo XIX cuando se configura ahora sí ya la IDEA de los 5 sentidos de la percepción como invención de la cultura (dice Christlieb). Y en el siglo XX surge la idea del sentido informático de la percepción. El autor cree que "el vació que creó la información se intenta tapar con más información" (Fernández Christlieb, 2002).

Lo que más me llamó la atención de esta lectura, más allá de las ideas y creencias, la relación entre objetos físicos y conceptuales y cómo esto se ha ido transformando colectivamente a través del paso de los años para generar conocimiento. Y se puede considerar así ya que todo lo propuesto por Christlieb son creencias verdaderas y justificadas (retomando lo que decía Villoro). Por ejemplo, cuando menciona que el color rojo era signo de majestad, nos explica las razones por las que cree eso: una de ellas era que los objetos de ese color eran usados por gente que tenía mucho poder. El autor utiliza los siguientes recursos para validar sus creencias: relaciones lógicas, ejemplos basados en la veracidad de los objetos históricos, literatura y otras fuentes históricas que le permitan dar credibilidad a sus ideas.

Después de haber leído tres blogs de mis compañeros, el que más me llamó la atención fue el de Alejandra Dávila, colega internacionalista, quien utiliza el concepto de “regímenes de verdad” (de la clase de Teorías de Relaciones Internacionales) muy ad hoc al tema (los invito a leer su entrada aquí). Me gustó que sea capaz de relacionar los conceptos de diferentes clases y que nos haya invitado a pensar en ello. Coincido con ella en el sentido de que ciertas creencias se pueden llegar a legitimar dependiendo el contexto sociocultural para convertirse en creencias verdaderas y formar regímenes de verdad incuestionables. No obstante, cuando alguien se plantee una duda (como dice Ortega y Gasset) es cuando podrán surgir nuevas ideas (o creencias) y hasta que éstas sean justificadas se podrán convertir en saberes o conocimiento (como dice Luis Villoro).

Reflexión personal-profesional
Ahora bien, buscando más información de otros autores encontré que para Carlos Sabino el conocimiento científico se desarrollagracias a la libertad de pensamiento, mediante  la crítica, el análisis riguroso, la superación de los errores y la discusión(Sabino, 2014, pág. 10). Si lo analizamos por partes esto es muy parecido a lo que proponen Villoro, Ortega y Gasset y Fernández Christlieb. Primero encontramos que es necesaria la crítica (ante la duda de la que habla Ortega y Gasset), se requiere un análisis riguroso (para encontrar razones y justificar lo que se cree como dice Villoro) y finalmente se habla de una discusión, es decir, de un proceso construido colectivamente (como propone Fernández Christlieb).

A manera de conclusión, considero que este tipo de reflexiones aplican a todos los campos del conocimiento. En el caso de mi carrera (Relaciones Internacionales) esto es muy importante porque involucra las relaciones de poder y cómo eso valida ciertas creencias o conocimientos. Es decir, existe una relación entre el poder y el conocimiento que va marcando la historia en los discursos y en las acciones y debemos estar conscientes de que eso pasa. Esto es lo que proponen las teorías posmodernistas de las Relaciones Internacionales, y proponen la genealogía como método para estudiar cómo se fueron construyendo esos discursos y qué significados (o creencias) se quedaron fuera (no fueron validadas). Esto me sirve mucho en mi carrera.

Además, desde el análisis del Teetetes de Platón (visto en la lectura de Villoro), por ejemplo, los internacionalistas podemos creer firmemente en algo y podemos justificarlo (incluso volverlo un régimen de verdad de los que hablaba mi colega Alejandra Dávila). Sin embargo, considero que el mayor problema para nosotros está en que esa creencia sea verdadera en la realidad. Como dice Luis Villoro, "saber implica creer, pero creer no implica saber". Y esto es algo a lo que debemos estar muy atentos porque podemos caer en el cientificismo social detrás del escritorio y separarnos de la realidad. Para mí eso es algo muy peligroso.

Por ello, creo firmemente que debemos estudiar cada día más para tratar de entender mejor el sistema internacional: las creencias, dudas y conocimientos que hay y se generan en él. Con ello podemos ayudar a poner nuestro granito de arena y generar cambios positivos en el mundo, desde lo local hasta lo global. 



REFERENCIAS:

2 comentarios:

  1. Excelente trabajo Diana. Gracias por compartir tus reflexiones profesionales y personales.

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